El enfoque pedagógico de la ENSAS: Una apuesta eco-sistémica para seguir sembrando esperanza
Como es evidente, estos interrogantes encierran múltiples problemas sociales. Sin embargo, vale la pena resaltar uno de ellos: la falta de documentación y de reflexión sobre las trayectorias educativas y las identidades profesionales de maestras y maestros, tanto en el ámbito formal como comunitario, que han contribuido a sembrar esperanzas en el Alto Sinú, un territorio que hasta ahora está estrenando su primer escenario de formación de maestros y maestras y que necesita de manera urgente volcarse hacia su propia historia educativa y las narrativas de los educadores que han transformado a sus comunidades desde sus escuelas para empezar a dilucidar los saberes que están inscritos en sus pedagogías locales. Frente a este reto, la ENSAS tiene una apuesta pedagógica de formación de maestros basada en un enfoque humanista, socio-crítico e intercultural. Este enfoque, está inspirado, entre otros referentes, en los planteamientos de Paulo Freire, Marcos Raúl Mejía, Humberto Maturana, Catherine Walsh, Humberto Quiceno y Edgar Morin.
Dicho enfoque se definió en respuesta a un análisis de contexto con amplia participación comunitaria realizado en el año 2020, el cual dio origen a los cinco ejes de formación que iluminan la apuesta pedagógica de la ENSAS:
1) Niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho y protagonistas de proyectos de vida plenos.
2) Identidad y ciudadanía intercultural
3) Territorio, desarrollo sostenible y buen uso de la tecnología
4) Construcción de paz, democracia y equidad de género
5) Liderazgo, innovación y gestión.
A su vez, para responder a estos cinco ejes, con la profundidad que el territorio del Alto Sinú lo amerita, la apuesta de formación de maestros de la ENSAS está anclada en el pensamiento complejo. Así pues, nuestro diseño curricular desde preescolar hasta el Programa de Formación Complementaria le da mucha fuerza al trabajo interdisciplinar. Esto se concreta en la agrupación de áreas del saber en lo que llamamos “Lugares de Pensamiento”. De esta manera, en toda la escuela, las áreas del saber están agrupadas en los siguientes Lugares de Pensamiento:
1) Pensamiento científico-matemático y cultural de la innovación
2) Pensamiento crítico, comunicación, cultura de la restauración
3) Pensamiento pedagógico e investigativo.
En cada ciclo de formación, desde cada Lugar de Pensamiento se prioriza un entorno de la vida del estudiante para el proceso de reflexión-acción, iniciando desde los entornos más micros, la familia y la escuela, hasta los entornos más macros, Colombia en un contexto global. Así mismo, cada semestre, desde cada uno de los Lugares de Pensamiento, se prioriza una macro-pregunta problematizadora, la cual hace énfasis en uno o más de los ejes de formación arrojados por el análisis de contexto. Por su parte, las distintas áreas del saber o diálogos pedagógicos que se encuentran en determinado Lugar de Pensamiento y ciclo de formación construyen micro-preguntas para nutrir un diálogo de saberes interdisciplinar. Este diseño curricular intenta dar pequeños pasos frente al enorme reto que nos plantea Edgar Morin: “El conocimiento pertinente debe enfrentar la complejidad. Complexus significa lo que está tejido junto; en efecto, hay complejidad cuando son inseparables los elementos diferentes que constituyen un todo…y que cuando existe un tejido interdependiente, interactivo e inter retroactivo entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las partes entre ellas.” (Morín, 1999, p. 24).
En este video podrás acercarte más a la historia de transformación de la ENSAS y a su enfoque pedagógico: